La recomendación de
los expertos en nutrición y dietética habla de consumir un mínimo de 400 g.
diarios de fruta,
lo que se traduce en, al menos, unas 3 piezas diarias.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que las frutas, junto con las
verduras, son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo
diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades
importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres.
Por poner sólo algunos sencillos ejemplos, las frutas son alimentos reguladores y
activadores de las funciones vitales, además de protectores. Son ricos en
vitaminas, minerales y fibra, además de micronutrientes esenciales.
Esto ayuda a combatir los radicales libres,
los cuales son responsables de los daños celulares que, en ocasiones, pueden
ser irreversibles.
Eso interiormente, porque a nivel exterior,
la fruta también nos ayuda a cuidar la piel, el pelo, las uñas… Y lo que es aún
mejor, contienen poquísimas calorías.
Nos hidratan: la mayoría de las
frutas y verduras son ricas en agua por lo que ayudan a nuestro organismo a
mantenerse hidratados, mientras que favorecen y facilitan la eliminación de
toxinas y desechos del organismo.
Aportan vitaminas y
minerales: estos alimentos son
ricos en vitaminas fundamentales para el buen funcionamiento del organismo como
la A, C, E, del complejo B y la K. Algunas son más ricas en unas que en otras
pero todas aportan nutrientes necesarios. Así como también son una gran fuente
de minerales que favorecen desde el corazón hasta el cerebro.
Son antioxidantes: sus propiedades
antioxidantes protegen al organismo de los radicales libres que buscan dañar
las células por lo que evitan enfermedades degenerativas y en envejecimiento
prematuro.
Aportan fibra: la fibra es un
nutriente fundamental para el sistema digestivo y favorecer sus procesos, su
consumo ayuda a regular la función intestinal, evitar el estreñimiento.
Mientras que es recomendado para prevenir y tratar enfermedades como la
diabetes y la obesidad.
Bajos en grasa: tanto las frutas como
las verduras son muy bajas en grasas y quienes las contienen, contienen grasas
saludables que lejos de perjudicar al organismo le favorecen.
Calman la ansiedad
por algo dulce: las frutas son las
mejores aliadas para consumir entre hora en esos momentos cuando el organismo
nos pide algo dulce y rico y que a la vez sea saludable. Hay mucha variedad de
frutas, todas muy sabrosas que se convierten en la mejor opción para esos
momentos en que sí o sí necesitamos ingerir algo que nos apetezca y son una
gran opción para la merienda de los chicos en la escuela.
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